Uno de los temas de debate en la investigación celtibérica es determinar el origen de la plata que se empleó para acuñar los denarios. La ausencia de citas de escritores clásicos sobre minas de plata en el Sistema Ibérico y valle del Ebro, ha sido la razón para que algunos autores hayan negado la existencia de explotaciones argénteas en este territorio, buscándose diferentes formas de procedencia: mercenarios, comercio, robo, tributo de otros grupos, etc.

Pero la difusión de este metal en tesoros localizados en territorio celtibérico, como Driebes y Salvacañete, las expresas referencias a grandes cantidades de plata en los botines extraídos en la conquista romana, muestran que era un metal abundante en este territorio. De hecho en el espacio político atribuido a Segeda existen zonas metalogenéticas de plata, con minas atestiguadas en época medieval y reciente, pero falta una localización y estudio detenido de las mismas en la antigüedad.

Los estudios de García-Bellido han demostrado que la abundancia de plata en la Citerior dio lugar a que fuera más barata que en el resto del Mediterráneo Occidental, mientras en cecas del interior proporcionan una ratio de 1:80 en el valor de la plata con respecto al cobre, en Roma alcanzaba 1:120. [F. Burillo Mozota]

 

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