La Península Ibérica era denominada hace dos mil años Iberia por los griegos e Hispania por los romanos, por lo que iberos e hispanos eran los nombres que se dieron a los habitantes de este territorio, separado por los Pirineos de las Galias. Sin embargo, en su origen, el término de Iberia fue mucho más restrictivo. Era el río Hibero el que identificaba un espacio geográfico. Pero se discute si existieron dos ríos con este nombre, el Ebro y el Tinto /Odiel, por lo que el nombre de iberos quedaba inicialmente limitado a territorios muy concretos del norte y sur de la Península.
A partir del siglo V antes de Cristo se denominaba Iberia al litoral mediterráneo, hasta el Ródano. Allí se localizaban las etnias que los escritores clásicos consideraban ibéricas a finales del siglo III antes de Cristo. Es este territorio donde los historiadores actuales sitúan las poblaciones ibericas, en un desarrollo que va desde el siglo VI antes de Cristo a su integración en la estructura romana. Entidades diferenciadas en su organización política, con diferencias peculiares en sus manifestaciones artísticas, pero con rasgos comunes como su lengua, de origen preindoeuropeo. [F. Burillo Mozota]
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